Descubriendo Valencia a Través de sus Iglesias

Un Recorrido por las Iglesias más Emblemáticas

Valencia, con más de 2.000 años de historia y uno de los centros históricos más grandes de Europa, es el lugar perfecto para realizar un tranquilo recorrido por las mejores iglesias cristianas que alberga en su interior. La gran mayoría de ellas se construyeron sobre antiguas mezquitas de la época islámica de la ciudad. Representan casi todos los estilos arquitectónicos posibles, y la mayoría se encuentran en la Ciutat Vella.

Catedral de Valencia

catedral de valencia

Comenzamos este recorrido en el corazón de la ciudad, en la Catedral de Valencia. Este imponente edificio gótico, que combina elementos románicos y barrocos en sus puertas, se erige en el lugar donde antes se encontraba un templo romano y, posteriormente, la mezquita principal de la ciudad. Entre sus principales atractivos se encuentra el campanario, el famoso Micalet, la torre linterna en el transepto y, en su interior, la capilla que alberga el Santo Grial. También destacan los frescos renacentistas de ángeles músicos, el retablo principal de Yañez de la Almedina y Hernando de Llanos, así como un par de lienzos de Goya en el museo de la catedral.

Justo al lado se encuentra la Basílica de la Virgen de los Desamparados, un lugar de peregrinación para los fieles. Es la única iglesia del centro histórico que no se construyó sobre antiguas iglesias o conventos, sino que es una obra nueva de estilo barroco. Un elemento que vale la pena destacar es la hornacina, una de las primeras construidas en España. Las pinturas en la bóveda son obra inmortal de Antonio Palomino, pintor de la corte de Carlos II.

Iglesia de San Juan del Hospital

Muy cerca se encuentra la Iglesia de San Juan del Hospital, la más antigua de la ciudad, ya que se erigió por orden directa de Jaime I después de la conquista de Balansiya. Es un buen ejemplo de transición entre los estilos románico y gótico, con influencias del arte mudéjar. Su pequeño cementerio adyacente conserva una sección de la muralla central del antiguo circo romano.

San Nicolás

La siguiente iglesia en este recorrido es San Nicolás (Calle Caballeros, 35), un verdadero imperdible debido a la joya pictórica que alberga. Al entrar en esta iglesia gótica, los ojos son inevitablemente atraídos por la bóveda de crucería, donde los frescos diseñados por Palomino y pintados por su discípulo valenciano, Dionís Vidal, capturan la atención. Son 1.900 metros cuadrados de alegorías que le han valido el apodo de «Capilla Sixtina de Valencia».

Santa Catalina

En una esquina de la Plaza de la Reina, y ocupando por completo la Plaza de Lope de Vega, se alza la iglesia gótica de Santa Catalina. Su espléndida torre barroca, construida por Juan Bautista Viñes en el siglo XVII, es realmente magnífica.

Iglesia del Patriarca

En la Calle de la Nau, y en compañía del histórico edificio de la Universidad de Valencia, se encuentra la Iglesia del Patriarca, parte del Real Colegio Seminario del Corpus Christi. Su estructura exhibe estilos renacentistas, barrocos y neoclásicos. Asegúrate de visitar su museo, con notables obras de pintores clásicos valencianos, y observa al inquietante cocodrilo que preside su entrada y es origen de una curiosa leyenda. El claustro también es notable.

Iglesia de los Santos Juanes

Ningún recorrido estaría completo sin visitar los Santos Juanes, un edificio sagrado notable con una base gótica y características barrocas ubicado entre la Lonja de la Seda y el Mercado Central. Todavía se conserva de su fase inicial la rosa parcialmente cubierta (conocida como la «O de Sant Joan»). Las pinturas en la bóveda, también obra del gran Palomino, sufrieron parcialmente los efectos de un incendio durante la Guerra Civil.

Convento de Santo Domingo

Fuera de las murallas de la antigua ciudad fortificada, existen dos conventos con un rico patrimonio. Uno de ellos es el Convento de Santo Domingo (Plaza de Tetuán), antigua sede de la Capitanía General y que alardea del conjunto más hermoso de Valencia en estilo gótico flamígero o mediterráneo. Sus nervaduras y arcos transversales helicoidales son asombrosos.

Real Monasterio de la Santa Trinidad

El otro es el Real Monasterio de la Santa Trinidad, adyacente al Museo de Bellas Artes y una destacada obra del siglo XV, cuando la ciudad estaba en pleno apogeo. Desde el estilo gótico más clásico, transita hacia el Renacimiento. Fue construido en el lugar de un complejo conventual trinitario que contenía un hospital.